La mayoría de la gente asocia al fabricante de automóviles Lexus con vehículos lujosos, bien equipados y cómodos. Aunque no es aburrida en absoluto, la marca carece de emoción. Un Lexus RX 350 no hará que nadie detenga el tráfico para poder hacerle fotos. El LC 500 es un vehículo de prestaciones futuristas, pero carece del impacto emocional de un Lamborghini o un Ferrari.
El Lexus LFA, el nuevo supercoche insignia de la marca, se presentó por primera vez en 2009. En el LFA se instaló un motor V10 de 4,8L con 552 caballos de potencia y una velocidad máxima de 202 mph. El V10 idéntico alcanzó su velocidad máxima absoluta de 9.000 RPM.
Que Lamborghini fabrique un superdeportivo con una cantidad absurda de caballos no es una noticia de última hora. Sin embargo, fue significativo cuando el mismo fabricante del RX 350 de tu director de instituto también produjo un monstruo de pista de altas revoluciones.
En 2012, el venerable programa de televisión “Motorweek” corrió con un LFA en la pista y calificó el sonido del vehículo de “salvaje y alborotado”.
Inicialmente, Toyota declaró que solo fabricaría 500 LFA. Los comunicados de prensa de la época afirmaban que un grupo especial de trabajadores construía cada LFA a mano.
El último año de fabricación del LFA fue 2012, pero Lexus pudo seguir produciendo nuevos vehículos durante varios años más. Sin embargo, en 2019 solo se vendieron tres LFA nuevos en total. Por decirlo de forma sencilla, el LFA se dejó de fabricar porque no lo compraron suficientes personas.
Prestaciones
Las prestaciones de superdeportivo del LFA se ajustaban a su rango de precios cuando era nuevo. Según Motorweek, el LFA que probaron costaba 376.500 dólares, es decir, unas 10 veces más que el coste del último SUV Lexus UX. Comprar un Lexus LFA hoy te costará bastante más dinero.
A falta de una semana para que finalice la puja, Bring a Trailer tiene ahora un Lexus LFA de 2012 listado por 725.000 dólares. En el futuro, no es descabellado imaginar que los LFA alcancen las siete cifras en una subasta.
Lexus demostró al mundo hace más de diez años que era capaz de producir algo más que una gran berlina. Sorprendiendo al mundo, produjeron lo que podría llamarse el mejor supercoche de la historia. Descansa en paz, Lexus LFA.